Crear una infografía

       Una infografía es una colección de imágenes, gráficos y texto simple (minimalista) que             resume un tema para que se pueda entender fácilmente.

     Características de una infografía

1. Cuenta una historia de datos sobre un tema en particular

Una buena infografía comienza con una historia sólida.

Sin una historia, la infografía sería simplemente un gráfico. 

Así que, antes de comenzar a hacer una infografía, es recomendable identificar y delimitar el tema que se va a abordar y tener presente la historia que se quiere contar. 

Una vez que clarifiques estas cuestiones, será momento de comenzar a recabar los datos, cifras e información relevante para la infografía. 

Después, se debe ordenar la información simplificando la longitud y la complejidad de los textos. 

Y finalmente, será necesario definir la estructura y el flujo de la historia.

Incluye títulos y subtítulos para agilizar la experiencia de lectura y organizarlo mejor. El título principal es clave para conectar con tu audiencia objetivo.

Tip: 

Utiliza la técnica de la pirámide invertida. Esto significa que la información más importante irá hasta arriba y la relevancia de la misma va descendiendo a medida que avanza la infografía. 

 

2. Incorpora elementos visuales relevantes al tema

Una infografía sin elementos visuales no sería más que sólo texto.

El cerebro procesa la información visual 60,000 veces más rápido que el texto. Por esta razón, el diseño y la forma de presentar la información en una infografía es un aspecto crucial. 

Los elementos visuales que suelen conformar una infografía son:

• Íconos
• Ilustraciones o dibujos
• Gráficas
• Imágenes
• Tipografías

El diseño de una infografía debe estar basado en la historia que se cuenta.

Por ejemplo, si vas a hacer una infografía que hable sobre cómo endulzar el chocolate caliente, entonces el diseño debe incluir íconos y colores relacionados con esta bebida:

Tip: 

Crea una especie de camino visual. Esto se puede lograr organizando la información de tal forma que el ojo sepa intuitivamente dónde iniciar y dónde terminar. 

De igual forma, es recomendable alinearse al comportamiento de lectura del ojo, que va de izquierda a derecha; de arriba a abajo. 

La idea es que el diseño en conjunto logre cierta unidad y armonía visual, sin sacrificar la originalidad y creatividad del mismo.  

3. Contempla una gama definida de colores

Lo ideal es tener una paleta de colores bien definida, con un máximo de tres colores. Se trata de encontrar una combinación que se vea bien en conjunto y que vaya en línea con la marca y la historia que se desea contar. 

4. Incorpora diversos tipos de tipografía

En una infografía puedes usar hasta dos o tres estilos de fuentes o tipografías. Por ejemplo, puedes definir una fuente o estilo característico para los titulares y otra para el resto del texto.

Sólo debes asegurarte que sea una tipografía legible tanto en textos largos, como en textos cortos. 

Los diferentes estilos de tipografías contribuyen a darle orden y estructura a la infografía porque es una forma de resaltar lo que importa y de permitirle al lector entender las distintas secciones de una infografía. 

5. Trabaja los espacios estratégicamente

Esta es una característica imprescindible de una buena infografía. 

A nadie le gusta sentirse bombardeado de información o ver tanto texto que no sabe por dónde empezar…

Los espacios en blanco –refiriéndonos a aquellos que no contienen texto ni gráficos– son tu mejor aliado en este sentido. Dejar espacio entre cada elemento le brindará suficiente aire al diseño. 

Los espacios actúan como respiros. Piénsalo como si fueran pausas naturales al hablar. Hacen que se vea limpio el diseño y ayudan a que el lector pueda digerirlo con mayor facilidad. 

También pueden ayudar a balancear los elementos pesados de texto, imágenes o información para así mantener un diseño manejable.  

 

6. Logra armonía y simplicidad del diseño

Entre más simple sea una infografía, mucho mejor.

Cuando se complica demasiado un diseño y se le agregan muchos detalles o especificidades, el mensaje se puede llegar a saturar y se vuelve difícil de entender para el usuario final. 

Al mantener el diseño simple, orientamos al lector a enfocarse en lo más importante y a crear una conexión lógica entre los elementos. 

La armonía visual se logra a través del balance y del equilibrio en el diseño. Y los espacios en blanco, como ya lo vimos en el apartado anterior, son clave en este sentido. 

7. Busca la originalidad y creatividad del diseño

Una infografía no tiene que ser la Mona Lisa ni una obra de arte, pero SÍ única en su tipo: algo que no se vaya a ver en ningún otro lado.

Si puedes lograr lo anterior, crearás una infografía fuera de serie que tu audiencia objetivo quiera guardar, compartir y recordar por siempre.

8. Incorpora elementos de marca

Si tu marca puede llevarse el crédito de una maravillosa infografía, ¿por qué no hacerlo?

Las infografías pueden ser excelentes embajadoras de marca, y más aún, cuando se vuelven virales. Por ello, es indispensable que el diseño incorpora el logotipo de la marca, la paleta de colores y la página web.